Reitero lo dicho en otras reseñas. Hacia mucho que no iba a una casa rural, después de alguna mala experiencia, pero aquí­ me he vuelto a reencontrar con esta forma de hacer turismo. Primero la casa equipada para todo. Como no hizo malo, solo volviamos al anochecer, pero si hubiese llovido, en la casa tienes de todo para pasar velada agradable: desde un portalón cubierto con muchos juegos, lectura y peliculas hasta una chimenea para pasar el rato contemplando el fuego. Segundo la dueña, que te recibe con una hogaza que es un vicio. Y que tiene un resumen de todo lo que se puede hacer y ver por la zona que se agradece. Aparte de los folletos de turismo oficial. Tercero la situación. En una buena carretera, te desplazas rápido a cualquiera de los muchos destinos que hay alrededor. Lo negativo: hay demasiadas cosas para ver por allá y pocas vacaciones. Habrá que volver cuando los dias sean más largos.

Un casa genial en un entorno increíble. El tiempo inmejorable nos acompaño durante todos los dí­as. Os recomiendo sin duda esta casa. Por otro lado no necesitáis documentaros sobre la zona, María Jesús os informará de absolutamente todo lo necesario. Gracias.

La casa es "superacogedora", y se encuentra totalmente equipada; incluso con juegos, películas, música o lectura para los niños. La zona del jardín resultó ideal, tanto para charlar los mayores como para jugar los niños. Mª Jesús, la propietaria, es una persona encantadora, muy atenta, que cuida hasta el ultimo detalle de la vivienda. Te facilita toda la información posible de los alrededores. Amen de recomendarte excursiones o destinos según tus gustos o inquietudes. Después de once añs haciendo turismo rural, es una de esas casas que recomendarás a tus amigos sin dudarlo.

Hemos estado en el Henar I la primera semana de agosto y ha sido genial. La casa es super acogedora y con todos los detalles que te puedas imaginar. Genial la colección de libros, tebeos, pelí­culas y juegos, vamos para no aburrirte si el tiempo no acompaña. Como eramos muchos mis sobrinas tuvieron que dormir en la buhardilla y se lo pasaron "pipa" allá­ arriba. Mª Jesús es alucinante y, además de la hogaza de pan que estaba muy buena, tuvo un par de detalles con nosotros muy buenos y muy de agradecer. La gente del pueblo es super amable con lo que se está en un ambiente genial. No tuvimos mucho tiempo de hacer muchas cosas, pero las peques disfrutaron de lo lindo del par de excursiones que hicimos y de la piscina de La Robla. Pero lo mejor, al menos para mi, es poder disfrutar de los paseos nocturnos o sentarte en el jardí­n admirando las estrellas. Super relajante. Esperamos repetir. Un saludo de Ana y compaña desde Oviedo.